Diario del cuidado de los enjambre

Este libro no quiere persuadir a completamente absolutamente nadie de nada, por eso se dirige a los amigos, a los que de alguna manera se comprometen, atienden a señales afines, nos complementan con su estimar, su meditar y su llevar a cabo.

Este libro se dirige a los que, sobreponiéndose a la impotencia, han ordenado la saña y andan titubeantes ya que todo lo sólido se ha diluido en el aire y resulta necesario reinventarse fuera de lo dado, lo normalizado y lo predecible.

Este libro quiere retar el statu quo, su indignidad y su orden policial, instruir algunas señales para los que deseen seguir la ruta de la desobediencia, para los que deseen vivir entrelazados, perjudicados, mancomunados, habitables, concretos.