Historia De la Muerte en Occidente: Desde la Edad Media Hasta Nue Stros Dias

La obra de Aries se estructura cronológicamente, empezando con la Edad Media y extendiéndose hasta el siglo XIX. El libro se distingue por su enfoque antropológico, abandonando las narrativas tradicionales de la historia para explorar las prácticas y creencias que rodean la muerte.

Aries se basa en una amplia gama de fuentes, incluyendo textos religiosos, literatura medieval, artes funerarias, registros legales y testimonios personales, para construir su argumentación.

Un aspecto fundamental de su análisis es la observación de cómo los rituales y las costumbres funerarias cambiaron significativamente con el tiempo, reflejando los cambios profundos en la cosmovisión occidental.

En la Edad Media, la muerte era un evento cotidiano y, de alguna manera, celebrado.

La vida se entendía como un ciclo constante de nacimiento, vida y muerte, y la muerte no se veía como un fin absoluto, sino más bien como una transición hacia otro estado.

Los funerales eran eventos comunitarios, a menudo acompañados de música, danza y festivales, y los cuerpos de los difuntos eran tratados con respeto y veneración, a menudo incorporados en la vida cotidiana a través de amuletos y reliquias.

La representación de la muerte era frecuentemente colorida y simbólica, con una fuerte presencia de imágenes de la resurrección y la vida eterna.

El libro detalla cómo la muerte se concebía como una parte integral de la vida, y cómo los rituales de duelo eran una forma de mantener el equilibrio del universo.

A medida que avanzaba la Edad Moderna, y en particular con el auge del protestantismo y la Reforma, la muerte comenzó a ser vista de manera diferente.

La religión juega un papel clave en el cambio de percepción, con la creciente énfasis en la muerte como un evento individual y personal, en lugar de un evento comunitario.

La idea de un juicio final, con la posibilidad de ser condenado al infierno, introdujo un elemento de temor y ansiedad en la visión de la muerte.

La muerte se volvió más privada y solitaria, y los rituales funerarios se hicieron más modestos y formales.

Aries argumenta que este cambio marcó el comienzo de una deshumanización de la muerte, que se convirtió en un tema tabú y se ocultó detrás de puertas cerradas.

A medida que el libro progresa hacia el período moderno, Aries expone cómo la muerte se convirtió en un instrumento de poder y control.

Durante la Revolución Francesa, por ejemplo, la muerte fue utilizada para silenciar las voces disidentes y para justificar la violencia política.

El concepto de la "muerte gloriosa", que glorificaba la muerte en el campo de batalla, se convirtió en una forma de propaganda para fomentar el patriotismo y el heroísmo.

Este uso político de la muerte se prolongó a lo largo de los siglos, con la muerte siendo utilizada para justificar guerras, revoluciones y otras formas de violencia.

Además, el libro explora el impacto del desarrollo del capitalismo en la forma en que la muerte se percibía y se gestionaba.

La creciente importancia del trabajo, la acumulación de riqueza y la competencia social llevó a una visión más utilitaria de la muerte.

Los cuerpos de los muertos eran vistos como un recurso, y los cadáveres eran a menudo utilizados para la investigación médica y la ciencia.

Esta deshumanización de la muerte se refleja en la forma en que los cuerpos eran tratados en los hospitales y las morgas, y en la forma en que los muertos eran utilizados para fines comerciales.

El libro también destaca la evolución del concepto del "lugar de la muerte". En la Edad Media, los monasterios y los hospitales eran los lugares más comunes donde se cuidaban los enfermos y los moribundos.

En la época moderna, la muerte comenzó a ocurrir en los hogares, donde las familias se encargaban de cuidar a sus miembros enfermos.

Sin embargo, incluso en el hogar, la muerte a menudo se consideraba un asunto privado y se evitaba hablar de ella abiertamente.

La ciudad, con su anonimato y su hacinamiento, se convirtió en un espacio donde la muerte se percibía como un evento más impersonal y deshumanizado.

Opinión Crítica de Historia De la Muerte en Occidente: Desde la Edad Media Hasta Nue Stros Dias (3ª Ed) (2005) “Historia De la Muerte en Occidente” es una obra maestra del pensamiento antropológico y una lectura imprescindible para cualquiera que se interese en la historia, la cultura y la sociedad.

Aries presenta un argumento brillante y provocador que desafía nuestras suposiciones sobre la muerte y nos invita a examinar nuestra propia relación con el fin de la vida.

La claridad y el rigor de la investigación de Aries son impresionantes, y su capacidad para sintetizar una gran cantidad de información en un texto accesible es notable.

El libro es, sin duda, un homenaje a la paciencia y al rigor del trabajo histórico.

Sin embargo, aunque la obra es admirable en su alcance y profundidad, es importante reconocer que Aries aborda el tema de la muerte desde una perspectiva eurocéntrica.

Su análisis se basa principalmente en fuentes occidentales, y no tiene en cuenta las diversas formas en que las diferentes culturas han concebido y manejado la muerte.

Esto no invalida el argumento de Aries, pero es importante tenerlo en cuenta al leer el libro.

Sería beneficioso una ampliación del análisis para incluir perspectivas de otras culturas, como las de Asia, África y América Latina.

A pesar de esta limitación, el libro sigue siendo una obra maestra, y su lectura es una experiencia transformadora. “Historia De la Muerte en Occidente” es una obra que requiere ser leída con atención y reflexión.

No es un libro que nos ofrezca respuestas fáciles, pero nos brinda un poderoso marco conceptual para comprender la compleja y a menudo contradictoria relación entre la humanidad y la muerte.

Recomiendo este libro a cualquiera que busque ampliar su visión del mundo y comprender mejor la historia de la humanidad.

Es una lectura que se queda contigo, inspirándote a cuestionar tus propias creencias y a reflexionar sobre la importancia de vivir una vida plena y significativa.