Iconografia de lugar en la danza y en el cine
de Eduardo Blazquez Mateos , editorial Ediciones Cumbres Cuadernos TerpsicoreResumen del libro Iconografia de lugar en la danza y en el cine:
Sinopsis de Iconografia de lugar en la danza y en el cine:
Caspar David Friedrich ecía que conocer el espíritu de la naturaleza era la gran tarea de la obra de arte, y que para ello el artista debía prestar atención a la voz de su interior.
Es siempre y en todo momento y en toda situación del interior de donde crecen los panoramas que mucho más nos comunican.
Somos contentos viajantes a través de las profundidades y los lejos de los cuadros, de la pantalla y las páginas.
La luz y los colores transforman nuestras almas de viajantes.
Los colores intentan la comunicación y dialogamos con las luces de nuestras conmuevas.
Veo el cuadro de Edward Hopper La montaña del faro y veo a Anthony Perkins bajar corriendo de la vivienda de su madre.
Una y mil ocasiones, Eduardo, volveremos a leer juntos el poema de Coleridge Kubla Khan (y a Ciudadano Kane y a Gimferer) entonces, tras "5 tortuosas millas de enrevesado fluir... " contemplaremos el milagro: "La brillante mansión con las cavernas heladas. " Julia Barella Profesora titular, Facultad de Alcalá de Henares.
El libro Iconografía de lugar en la danza y en el cine deja recorrer espacios con aptitud narrativa, niveles que, como cuentos, van encauzando una historia tejida desde el cine, el ballet, la pintura y la literatura; juegos trasversales que dejan edificar retablos y polípticos con aptitud para hacer programas y ciclos iconográficos en los que se muestran algunos propios exclusivas de la danza y del cine: la gruta, el laberinto, el templo alegórico, el bosque de la luz, las aguas giratorias, la galería de espéculos, las bibliotecas suspendidas, el gran retrato y el museo metafórico.
El paseo se comienza con los bosques de luz en la danza y va conquistando los sitios góticos, románticos y expresionistas, adentrándonos en moradas portátiles y en los rincones de Eros alumbrados por escaleras y espéculos, por las aguas de Caronte y de Ofelia, para entablar la unión entre la iconografía de ubicación y el cosmos femenino.