La cadena de custodia en el proceso penal espaÑol

Tras un emprendimiento de regulación que se incorporó al Anteproyecto de Ley de Enjuiciamiento Criminal en 2 mil once, el vacío de regulación de la cadena de custodia fué la tónica dominante hasta nuestros días.

Aquel fugaz emprendimiento contenía reglas en general mas valiosas por dado que aportaban unas reglas de actuación y más que nada se incorporaba una previsión fundamental de cuáles eran los efectos que el quebrantamiento de la cadena de custodia tendría en el desarrollo y cuál debería ser el momento y la fórmula favorable para su impugnación.

No faltan sugerencias de todo el mundo que piden que se regule de manera expresa los actos que conforman este desarrollo ya que la falta de regulación estimula vulneraciones cuyas secuelas jurídicas tampoco se muestran reguladas.

En frente de la sepa de una normativa general, hace aparición una normativa normativa, acuerdos marco y, al fin y al cabo, una secuencia de instrumentos un poco esparcidos que tampoco son de obligada app y que no alcanzan hacer un panorama favorable.

Como en tantas ocasiones, la verdad va muy por enfrente del legislador y son los tribunales los que deben completar las lagunas que este deja.

Nuestra jurisprudencia fué la encargada de ir concretando todo el centro de la cadena de custodia, desde nuestro término hasta los efectos de su transgresión.

Lo hizo partiendo del carácter instrumental del mismo.

Ciertamente, nos encontramos en frente de un trámite fuera de la justicia, con un contenido puramente material: garantizar que lo que se recopila sea lo mismo que, tras su custodia y análisis, se muestra como prueba en el juicio.

Mas más allá de que precisamente, nos encontramos en frente de un aspecto mucho más práctico que teórico, una figura tomada de la verdad con valor jurídico, propón una sucesión de problemas en el momento en que se muestran irregularidades o vulneraciones, por visto que su separación puede llegar a quebrantar derechos fundamentales.

Los errores que se produzcan sobre la protección en la integridad de los indicios tendrán una predominación doble.

Por un lado, van a evitar que se realice una aceptable investigación judicial, lo que llevará, frecuentemente, a que se dificulte o aun se no permita la identificación del responsable.

Pero por otro, y este será al que nos fuimos a dedicar, una vez abierto el juicio oral, en el momento en que ese indicio, se haya transformado en objeto de análisis pericial y en dictamen probatorio, la deficiente manipulación puede anular o trastocar su valor como prueba y tiene la posibilidad de tener un efecto directo sobre el derecho de defensa, el derecho a un desarrollo con todas las garantías y a la presunción de inocencia.