La Novia Robada

Novelista formidable y desconcertante, Juan Carlos Onetti es, además, un maestro del relato y del cuento, territorios de la brevedad en los que su poética consigue el punto máximo del desconsuelo.

La suave genialidad de Onetti es manejar como única materia novelística el trabajo del tiempo.

La historia que cuenta en La novia robada (1968) no traza mucho más que la desventura de una mujer, Moncha Insaurralde, dominada por su vestido nupcial; una novia venida de un viaje a Europa para casarse con un muerto, Marcos Bergner.

Es el recuerdo de un recuerdo: el de la joven Moncha cuyo matrimonio no llegó a efectuarse y cuyo vestido de novia utilizaba las noches de luna.

Este relato se anota en el período de Santa María, rincón inventado por Onetti, donde se desarrollan varios cuentos del creador, y no es tan sórdidos como tienen la posibilidad de serlo, por servirnos de un ejemplo, El astillero o Juntacadáveres.

Nos encontramos ante una corto joya de un maestro, que no precisan excusas.