Las chicas

"Las chicas" se desarrolla en Los Ángeles en 1969, un periodo convulso en la historia estadounidense, marcado por la guerra de Vietnam, la revolución sexual y el auge de contracultura.

La historia sigue a Evie Boyd, una joven de 19 años que, tras el repentino fallecimiento de sus padres, se encuentra desamparada y desorientada.

Sin un hogar ni un destino, Evie se convierte en una figura nómada, pasando de un alojamiento de estudiantes a otro, lidiando con la miseria y la alienación.

Es en esta situación de vulnerabilidad cuando se encuentra con un grupo de chicas, lideradas por la enigmática y carismática Naomi, que parecen ofrecerle una alternativa a su vida de precariedad.

El grupo, que se describe como "Las chicas", vive en una casa de aspecto decadente en las afueras de la ciudad.

Esta casa se convierte en el centro de una dinámica opresiva y controlada, donde Naomi, con su aura de autoridad y su magnetismo, manipula a las chicas y, por extensión, a Evie.

La novela explora la tensión entre la libertad que las chicas aparentan tener y la realidad de una existencia sometida al control de Naomi, quien parece poseer un conocimiento inquietante y una capacidad para influir en las vidas de los demás.

Se insinúa un vínculo con la figura de Charles Manson y su "Familia", lo que añade una capa de inquietud y misterio a la narrativa.

La atmósfera de la novela es crucial: está impregnada de un sentimiento de peligro inminente.

El desarrollo de la trama se centra en la creciente atracción de Evie hacia el grupo y, en particular, hacia Naomi.

Evie, impulsada por una mezcla de desesperación, ambición y necesidad de pertenencia, se sumerge cada vez más en la vida del grupo, aceptando trabajos precarios, consumiendo drogas y apoyándose en Naomi para afrontar sus problemas.

La relación entre Evie y Naomi se convierte en una compleja mezcla de fascinación y repulsión, donde la seguridad y la promesa de un futuro parecen compensar el control y la autenticidad.

La novela hace hincapié en cómo la soledad y la falta de dirección pueden hacer que los jóvenes sean susceptibles a la manipulación.

A medida que la historia avanza, se revelan detalles inquietantes sobre las actividades del grupo, que parecen estar relacionadas con la influencia de Naomi y con la figura de Charles Manson.

La novela no proporciona respuestas directas, dejando al lector con la sensación de que algo terrible está a punto de suceder.

El estilo narrativo de Cline, con sus saltos temporales y su lenguaje preciso, crea una atmósfera de suspense y incertidumbre.

Se insinúa, sin llegar a ser completamente explícito, el vínculo de las chicas con la "Familia" de Manson, y la posible implicación de las chicas en sus crímenes, lo que da un escalofriante carácter a la novela.

Opinión Crítica de Las chicas (2016) "Las chicas" es, sin duda, una novela profundamente perturbadora y memorable.

Emma Cline ha creado una obra maestra del suspense psicológico, que se adentra en lo más oscuro de la condición humana.

La novela no ofrece soluciones fáciles ni personajes redimidos, sino que se centra en la fragilidad de la juventud y en las consecuencias devastadoras de dejarse llevar por la desesperación y la manipulación.

El estilo de Cline es implacable, y su prosa esferruñada, crea una atmósfera de opresión y angustia que te atrapa desde la primera página.

La novela es un estudio brillante sobre la identidad y la necesidad humana de pertenencia.

Evie es un personaje complejo y ambiguo, que es a la vez víctima y cómplice de sus propias decisiones.

Su viaje desde la desorientación y la vulnerabilidad hasta la desesperación y la autodestrucción es fascinante y desconcertante.

La novela no es un entretenimiento ligero; es un trabajo duro y perturbador, pero es una obra que vale la pena leer, por su riqueza narrativa, su exploración de temas universales y la maestría con la que Emma Cline domina el suspense psicológico.

Se recomienda a lectores que aprecien la escritura densa y la exploración de la psicología humana.