Los Cuadernos De Don Rigoberto

La novela se desarrolla en Lima, algunos años después de los eventos narrados en "La Tía Julia y el Escribidor". Don Rigoberto, ahora un hombre mayor y con una carrera literaria consolidada, se encuentra inmerso en una crisis existencial.

Ha perdido la confianza en sus logros y se siente atormentado por recuerdos de su juventud, en particular su relación con Tía Julia, la maestra que lo introdujo al mundo de la literatura y del deseo.

A medida que avanza la narración, se revela una vida llena de contradicciones, de amores no correspondidos y de sueños frustrados.

La trama principal gira en torno a una nueva relación entre Don Rigoberto y una joven llamada Esmeralda, una mujer de espíritu libre y de belleza inusual.

Esta relación, marcada por una fuerte atracción física y emocional, despierta en Don Rigoberto un deseo primario y, en cierta medida, infantil.

Sin embargo, la relación no está exenta de complicaciones, ya que la propia Esmeralda se muestra reservada y misteriosa, manteniendo en secreto un pasado turbio.

A medida que Don Rigoberto se obsesiona con la joven, intenta comprender su verdadero origen y los secretos que la rodean, lo que lo lleva a un viaje de autodescubrimiento y a confrontar sus propios demonios internos. La novela también explora la relación de Don Rigoberto con su hijo, Alfonso, quien se ha convertido en un joven adulto y está luchando por encontrar su lugar en el mundo.

La figura del hijo representa para Don Rigoberto una oportunidad de redención, pero también un desafío, ya que Alfonso es una persona independiente y con ideas propias, que no siempre comparte las visiones del padre.

La relación entre ambos se ve marcada por la distancia emocional y por las tensiones generacionales.

El libro se estructura en gran medida como un diario íntimo mantenido por Don Rigoberto.

A través de sus reflexiones, reminiscencias y observaciones, el lector se adentra en el complejo universo interior del personaje.

Vargas Llosa utiliza el lenguaje con maestría para crear una atmósfera de sensualidad, melancolía y misterio.

La narración está impregnada de una profunda sensación de nostalgia, como si Don Rigoberto estuviera intentando revivir los momentos más importantes de su vida.

La novela despliega una aguda crítica sobre la hipocresía de la sociedad limeña, la superficialidad de las relaciones sociales y la dificultad de alcanzar la felicidad.

Don Rigoberto, a pesar de su éxito profesional, se siente un extraño en su propia vida, desilusionado por las promesas incumplidas de su juventud.

La figura de Tía Julia se convierte en un símbolo de la inocencia perdida y en un objeto de fascinación para el personaje.

La relación entre ambos se explora a través de flashbacks y reflexiones, revelando la influencia de la maestra en la formación del alma de Don Rigoberto.

Un elemento central de la trama es el misterio que rodea a Esmeralda.

A medida que Don Rigoberto se acerca a la joven, descubre que tiene un pasado turbio, que está marcado por la pobreza, la enfermedad y la muerte.

Esmeralda es, en cierto sentido, un espejo que refleja las propias sombras de Don Rigoberto, revelando sus deseos reprimidos y sus temores más profundos.

La novela plantea preguntas sobre la naturaleza del pecado, la redención y la posibilidad de encontrar el amor en lugares inesperados.

Opinión Crítica de Los Cuadernos De Don Rigoberto (2015): "Los Cuadernos de Don Rigoberto" es, sin duda, una novela desafiante y compleja, que exige al lector una atención constante.

Vargas Llosa, como siempre, utiliza un estilo narrativo muy personal y, a veces, perturbador.

El libro, en su intento de explorar las profundidades de la psique humana, se adentra en territorios oscuros y problemáticos.

Sin embargo, esta intensidad narrativa es lo que hace que la novela sea tan captivante y memorable.

La novela no ofrece respuestas fáciles ni soluciones convenientes.

Vargas Llosa, con su habitual ironía y desafío, nos invita a cuestionar nuestras propias ideas sobre el amor, el deseo, la familia y la sociedad.

El personaje de Don Rigoberto, con sus contradicciones y defectos, es un reflejo de la condición humana.

Es un hombre que lucha contra sus propios demonios y busca, a sus años, encontrar un sentido a su vida. La elección de Vargas Llosa por incluir elementos de fantasía y surrealismo, como los sueños eróticos de Don Rigoberto, es una estrategia narrativa que enriquece la novela.

Estos elementos nos permiten acceder a la dimensión más profunda de la conciencia del personaje y explorar los límites de la realidad.

Aunque algunos críticos han señalado que estos elementos pueden resultar extravagantes y superficiales, yo considero que contribuyen a crear una atmósfera de misterio y suspensión. “Los Cuadernos de Don Rigoberto” es una obra de literatura de alta calidad que merece la pena ser leída.

Es una novela que nos obliga a reflexionar sobre la naturaleza del ser humano y sobre las preguntas fundamentales de la vida.

Es una continuación excelente de la historia de Don Rigoberto, que nos confirma la maestría de Mario Vargas Llosa como uno de los grandes escritores contemporáneos.

La recomiendo a los lectores que aprecien la narrativa introspectiva, los personajes complejos y los temas universales.