Los Muchachos De Zinc

Una obra maestra con una perspectiva única y desgarradora sobre la guerra de Afganistán, de la Premio Nobel de Literatura 2015, Svetlana Alexiévich, «la voz de los sin voz».

Entre 1979 y 1989 un millón de tropas soviéticas combatieron en una guerra devastadora en Afganistán que provocó más de 50.

000 bajas y acabó con la juventud y la humanidad de múltiples millones de soldados más.

Los muertos soviéticos volvían a casa en ataúdes de zinc sellados mientras que el estado no reconocía ni la pura vida del conflicto.

Los tipos de zinc generó una inmensa polémica y mucha indignación en el momento en que fue publicada inicialmente en la URSS: las críticas acusaron a su autora de haber escrito un «texto fantasioso lleno de injurias».

y de ser parte de «un coro histérico de asaltos malignos».

En el libro, Svetlana Alexiévich presenta el testimonio cándido y enternecedora de los oficiales y los soldados rasos, de las enfermeras y las prostitutas, las madres, los hijos y las hijas que describen la guerra y sus durables efectos.

El resultado es una historia turbadora por su brutalidad y reveladora en su similar a la experiencia estadounidense en Vietnam y más tarde en Irak y el mismo Afganistán.

Svetlana Alexievich expone la verdad de la guerra afgano soviética: la hermosura del país y los brutales abusos del ejército, las muertes y las mutilaciones, la profusión de modelos occidentales, las vidas humilladas y destrozadas de los veteranos.

Los tipos de zinc da una perspectiva única, desgarradora y también inolvidable sobre la realidad de la guerra.

« por su escritura polifónica, que es un monumento al valor y al sufrimiento en nuestro tiempo»., palabras del Jurado de la Academia Sueca al dar a la autora el Premio Nobel de Literatura 2015.

Comentarios:«La voz de Alexiévich es considerablemente más que la suma de las voces que recoge, logrando que la guerra sea tan omnipresente y tan personal, tan real, como cualquier relato de ficción no lo logró de cualquier otra guerra».

Philip Gourevitch, The New Yorker «Durante los últimos treinta o cuarenta años, Alexiévich se ha dedicado a retratar al sujeto soviético y articulo soviético, pero su obra no es realmente una historia de los hechos.

Es una historia de las conmuevas, lo que nos da es un mundo emocional, una historia del alma».

Sara Danius, Permanent Secretary of the Swedish Academy