Marianela

La historia de "Marianela" se desarrolla en el pequeño pueblo de "Albarracín", una aldea minera situada en una región española marcada por la pobreza y el trabajo duro.

La vida de sus habitantes está íntimamente ligada a las operaciones de la mina, y sus días se rigen por el ritmo implacable de las máquinas y los peligros inherentes al trabajo subterráneo.

En este entorno, encontramos a Marianela, una joven huérfana que trabaja como guía para los turistas que visitan las minas, mostrando una belleza y una inteligencia notables a pesar de su vida austera.

Sin embargo, su destino se ve marcado por una terrible desgracia: un accidente minero le ha causado una grave deformidad en el rostro, dejándola marcada y, por ende, insegura de sí misma.

Este trauma físico tiene un impacto devastador en su autoestima y en su capacidad para relacionarse con los demás.

A pesar de su belleza interior, la deformidad que la aflige la convierte en objeto de mirada y, a menudo, de desdén.

La mina, además de ser su principal fuente de ingresos, se convierte en un símbolo de su vida, un lugar de trabajo y de limitación.

La novela, desde sus inicios, nos presenta una sociedad profundamente marcada por las jerarquías sociales y por la importancia de las apariencias.

A medida que avanza la trama, se introduce el personaje de Pablo, un joven ciego que, atraído por la belleza de Marianela, se convierte en el objeto de su amor, lo que aumenta aún más su angustia. El amor entre Marianela y Pablo se desencadena, paradójicamente, a raíz de la incomodidad que Pablo siente al ser observado por los turistas en las minas.

Su ceguera le permite concentrarse en la esencia de Marianela, su alma, su inteligencia y su bondad, valores que la sociedad de la época, tan obsesionada con la apariencia física, ignoraba.

El ciego, a diferencia de los demás, no ve la deformidad física de Marianela; él ve la belleza que reside en su interior.

Esta visión, tan pura y honesta, despierta en Marianela un profundo deseo de corresponder a este amor, pero también la paraliza por el miedo a ser juzgada y rechazada.

El conflicto central de la novela radica en la decisión que debe tomar Marianela: ¿Revelarle a Pablo su verdadera apariencia, arriesgándose a perderlo para siempre, o mantenerlo a la luz de su engaño, alimentando su propia inseguridad y sufrimiento? La novela explora este dilema con una delicadeza y una profundidad que la convierten en una de las obras más conmovedoras de Galdós.

El viaje de Marianela es, en esencia, un viaje interior, una búsqueda de autoaceptación y valentía.

A medida que se acerca a Pablo, ella se enfrenta a sus propios miedos y limitaciones, y se da cuenta de que la verdadera belleza reside en la aceptación del propio ser. Opinión Crítica de Marianela (2009) "Marianela" es, sin duda, una de las obras más conmovedoras y relevantes de Benito Pérez Galdós.

La novela no solo ofrece una descripción precisa y detallada de la vida en las aldeas mineras de España del siglo XIX, sino que también plantea cuestiones esenciales sobre la condición humana.

La descripción del entorno minero, con sus peligros, su rutina monótona y la precariedad de la vida de sus habitantes, es tan vívida que permite al lector sumergirse plenamente en la atmósfera de la época.

Galdós muestra una gran habilidad para retratar la vida cotidiana de los mineros y sus familias, así como para representar las dificultades y los sacrificios que implicaba su modo de vida. En cuanto a los personajes, Marianela y Pablo son figuras complejas y entrañables.

La inseguridad y la angustia de Marianela, producto de su deformidad física, son comprensibles y el lector se identifica fácilmente con sus sentimientos.

Pablo, por su parte, es un personaje idealizado, un ser puro e inocente que ve más allá de las apariencias y que representa un ideal de amor yace en un mundo materialista.

La novela, en definitiva, es un llamado a la tolerancia, la compasión y la aceptación de las diferencias.

La edición de Catedra, con sus notas y comentarios, ayuda al lector a comprender mejor el contexto histórico y social de la obra, y a apreciar la genialidad de Galdós.

Se recomienda encarecidamente esta novela a todos aquellos que quieran sumergirse en la literatura española del siglo XIX y, sobre todo, a aquellos que estén interesados en reflexionar sobre la importancia de la belleza interior y la aceptación del propio ser.