Razones y sinrazones para una criminologia feminista

Este libro charla de la falta de empatía que la criminología usual mostró cara las mujeres como sujetos de delito.

Ignoradas, en el momento en que no desfiguradas bajo una observación de manera interesada sexista, han continuado a la vera de la evolución de las ideas sobre la delincuencia y su definición, como seres natural y socialmente conformes.

Concebido el delito como masculino, su desviación había de ser interpretada como signo de una anomalía individual, fruto de disfunciones y nosologías propias de su sexo, o de una socialización frustrada en los papeles normativos de género premeditados a garantizar su vinculación al espacio privado y a los dictados de una domesticidad y una pasividad impuestas.

Desde el feminismo se hacía importante efectuar un nuevo comprender criminológico designado a prestar un marco ideológico crítico con esa situación simplista y molesto, empeñada en una explicación ahistórica de la trasgresión femenina, sin referencia a las características estructurales de la sociedad y la civilización en que las mujeres están introduces, así como si fueran seres excluidos del orden popular y sencillos víctimas de una jerarquía sexual irrealizable de retar.

Las páginas de este libro se sugieren recorrer las trayectorias marcadas por ese pensamiento crítico para investigar, en nuestra situación penal y penitenciaria, sobre probables procesos selectivos de criminalización que sitúen a las mujeres en una situación de desventaja y de discriminación que una criminología feminista deba revelar, poniendo antídoto a una ignorancia que dura ahora bastante tiempo.