Todo Esto No Tiene Nada Que Ver Conmigo

La novela se centra en Pauline, una joven escritora francesa que decide mudarse a París, alejándose de su pasado y de las expectativas que le impone su familia.

No es una simple fuga, sino un acto de auto descubrimiento impulsado por una profunda crisis personal.

Pauline ha estado lidiando con el legado de su padre, un escritor reconocido pero también sumido en el alcoholismo y la depresión, y con las expectativas de su madre, quien la ha impulsado a seguir sus pasos literarios sin que ella se sienta realmente atraída por ello.

Esta transición la lleva a una ciudad nueva, llena de posibilidades pero también de una sensación de aislamiento.

Pauline se establece en un pequeño apartamento, que se convierte en un reflejo de su estado emocional: desordenado, lleno de libros, y con una atmósfera que resuena con su propia confusión.

A medida que explora París, se encuentra con una serie de personajes, cada uno de ellos con sus propios secretos y complejidades.

Entre ellos, destaca Daniel, un artista que la atrae con su misterio y su vulnerabilidad, y Clément, un amigo que la mantiene en contacto con su pasado y le ofrece una perspectiva diferente sobre su vida.

La novela se construye a través de una serie de encuentros fortuitos y conversaciones íntimas, explorando la idea de que las conexiones humanas pueden ser tanto un refugio como una fuente de dolor.

La trama de la novela se desarrolla a través de una serie de flashbacks que revelan el pasado de Pauline, particularmente su relación con su padre.

Estos recuerdos no son presentados de forma lineal, sino que se intercalan con el presente, creando una sensación de temporalidad y aumentando la complejidad de la narrativa.

Sabolo utiliza este recurso para mostrar cómo las acciones y decisiones del pasado pueden tener un impacto duradero en nuestra vida presente, y cómo la búsqueda de la verdad puede ser un proceso doloroso y lleno de contradicciones.

A través de estos flashbacks, se explora la dinámica familiar, la presión social y las expectativas impuestas que pueden dificultar la búsqueda de la felicidad personal.

A medida que Pauline se adentra en sus recuerdos, comienza a cuestionar su identidad y su papel en el mundo.

La búsqueda de su verdadera vocación y de su lugar en el mundo se convierte en un viaje de autodescubrimiento, marcado por la soledad y la incertidumbre.

Sabolo explora la idea de que la identidad no es algo fijo, sino que se construye a través de nuestras experiencias y relaciones.

La novela sugiere que el amor y la amistad pueden ser herramientas poderosas para el crecimiento personal, pero también que pueden ser fuente de dolor y desilusión.

A lo largo de la novela, Pauline tiene que aprender a perdonar a su padre y a liberarse del peso del pasado, para poder encontrar su propio camino.

Opinión Crítica de Todo Esto No Tiene Nada Que Ver Conmigo (2014) “Todo Esto No Tiene Nada Que Ver Conmigo” es una novela que, sin duda, requiere paciencia y atención por parte del lector.

Su ritmo es deliberadamente lento y contemplativo, lo que la convierte en una lectura desafiante pero recompensadora.

La prosa de Sabolo es poética y evocadora, y su estilo de escritura es visual, lo que permite al lector crear imágenes vívidas en su mente.

El uso de metáforas y simbolismo enriquece la narrativa y la convierte en una lectura profunda y reflexiva. Sin embargo, algunos lectores podrían encontrar la novela un tanto difusa y ambigua.

La falta de respuestas claras y la persistencia de la soledad de Pauline pueden resultar frustrantes.

No obstante, es precisamente esta ambigüedad la que hace que la novela sea tan interesante y memorable.

Sabolo no ofrece soluciones fáciles, sino que nos invita a pensar por nosotros mismos. “Todo Esto No Tiene Nada Que Ver Conmigo” es una recomendación para aquellos que buscan una novela que los haga reflexionar sobre la vida, la identidad, las relaciones y la búsqueda del sentido.