Tramas ocultas de la guerra del 98

Los españoles cometemos de manera recurrente el fallo de investigar nuestro pasado desde una visión puramente interna, sin comprender que hay causantes de todo el mundo que resultan terminantes para entenderlo.

Más allá de que en la amarga crisis del noventa y ocho y en su resultado, que tan largas y hondas consecuencias dejaron en nuestra conciencia y cultura nacionales, siempre y en todo momento y en toda situación fué visible el contrincante exterior y escencial, los Estados Unidos, pocas veces se tuvo presente y valorado bastante el papel esencial en varios y complejos puntos de la capacidad por entonces hegemónica en el lote naval, colonial y comercial, G. Bretaña y su entonces enorme imperio.

Y esto no solo en lo puramente diplomático, sino en cuestiones que van desde el suministro de tecnología naval y militar a uno y otro bando, el permiso o el veto a fundamentales operaciones realizadas o planeadas por los 2 contricantes, o la cuestión de quien iba a ser el heredero del imperio colonial de España, de forma especial en el Pacífico, donde la amenaza japonesa era tan preocupante como creciente, por no charlar aun de amenazas directas